domingo, febrero 04, 2007

Apocalipsis en el jardin del bien y el mal

Pongámonos en antecedentes: año 2569, 12:00am horá pacífico. Nos encontramos en la capital del antiguo imperio Silica, en Arbor. Silica fue un gran imperio al que muchos países se le unían de forma voluntaria por las ventajas que ello conllevaba, tanto económicas, como sociales y de protección. El poder político se alternaba en Silica en manos de dos grandes partidos, los musurguistas, que podemos calificar de la izquierda (Musurgui fue el líder más respetado), y los pensilvanos, que podrían constituir lo que se entiende hoy como derecha.

Durante la época de la expansión del imperio, todo había ido muy bien, no había síntomas claros de corrupción, negligencia o intentos de desestabilizar el sistema. Hasta que llegó el año 2568. En esa época, el imperio estaba en franca decadencia debido al auge de otro imperio cercano, los yanyitas, que gracias a que controlaban la gran mayoría de recursos naturales, podían ofrecer muchas mejores ventajas; es por ello de que muchos de los países adscritos al imperio Silica se fueron afiliando a este nuevo imperio (además de ser tachados de oportunistas). Este hecho fue el principal detonante del caos existente en la actualidad en Silica, donde como arte de magia, fueron más visibles todas las malas acciones realizadas por parte del sector político.

De hecho, entre ambos partidos políticos había ahora una rivalidad inmensa, utilizando todo tipo de jugarretas para poder desautorizar al adversario. Esta actitud hizo bastante mella en el pueblo, que fue tomando poco a poco cartas en el asunto y se crearon dos grandes bandos cada vez más extremos. Estos dos grandes bandos justamente son una resurección de los dos grandes bandos que hubo al principio del imperio, y que acabó en una guerra civil dentro del mismo, guerra que ya estaba casi olvidada por todos pero que últimamente ciertas personas empezaron a hacernos recordar (homenajes, esquelas, ...)

Debido a este clima, ya no era fácil ni sentirse un miembro orgulloso de Silica, o decir algo similar en público. Paulatinamente fueron apareciendo pequeños grupos de regiones que deseaban independizarse de Silica. Cada vez había más noticias de levantamientos o conflictos armados.

Todo parecía que llegaba a su fin. (continuará)

No hay comentarios: